La Congregación de Religiosas de María Inmaculada nació desde un profundo amor a cada joven y el objetivo de trabajar con especial dedicación en su acogida, formación y promoción integral, desde una concepción cristiana de la persona y con el estilo educativo preventivo de Vicenta María.
Queremos que nuestras Residencias sean ante todo un hogar en el que jóvenes y religiosas construimos un sencillo ambiente de familia.
Las "Residencias María Inmaculada" ofrecen a las jóvenes: acogida, escucha, alegría, confianza y atención personalizada, desde una dinámica de participación y buen humor.
Nuestro propósito es:
Ser una residencia acogedora, abierta, fraterna, evangelizadora y dinámica, que favorezca el encuentro de las jóvenes con Jesús.
Recorrer con ellas el camino que les prepare, humana, profesional y cristianamente, para la transformación positiva de la sociedad, según el deseo de Vicenta María.
Que nuestras jóvenes sean el centro y las protagonistas de toda la acción educativa.
Comprometernos en buscar el bien, la justicia y la solidaridad, contribuyendo así al cuidado y la construcción de nuestro mundo "como casa común".