Las Residencias "María Inmaculada" ofrecen a las jóvenes: acogida, escucha, respeto y atención personalizada, desde una dinámica de participación y alegría.
Queremos que nuestras Residencias sean ante todo un hogar en el que jóvenes y religiosas construimos un sencillo ambiente de familia.
Ofrecemos un lugar donde vivir, compartir la vida con otras jóvenes y disfrutar de un ambiente adecuado para el estudio, la formación y el descanso.
Por medio de la residencia queremos que las residentes se sientan acogidas y acompañadas en su proceso de crecimiento personal y desarrollo integral. Para ello ofrecemos un ambiente de familia sencillo y una formación en la vida cotidiana que ayude a potenciar lo mejor de cada joven.
Nuestra Residencia ofrece:
- Un lugar donde nadie se siente anónima: «Crear familia dentro de casa es lo nuestro».
- Un espacio adecuado para el estudio y el cultivo de relaciones sanas y positivas.
- Ámbito de convivencia educativa que posibilita la integración de las residentes en clima de respeto, diálogo y amistad.
- Una puerta al diálogo fe-cultura desde las actividades que se organizan en nuestra casa y con otras redes en la ciudad.